C.E.I.P. PASCUAL MARTÍNEZ ABELLÁN

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Uno de los principales objetivos de la educación debe ser ampliar las ventanas por las cuales vemos al mundo. "Dime y Olvidaré.Muéstrame y me acordaré.Implícame y comprenderé" Confucio (551-479 a.c.)
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jueves, 23 de abril de 2020

Fotos antiguas de Pliego

Calle del Agua de Pliego   una canalización de agua de  origen medieval.

1930
Fotos Antiguas – Bienvenidos al Ayuntamiento de Pliego

Fotos Antiguas – Bienvenidos al Ayuntamiento de Pliego

Ayuntamiento de Pliego
Fotos Antiguas – Bienvenidos al Ayuntamiento de Pliego

Fotos Antiguas – Bienvenidos al Ayuntamiento de Pliego

el agua potable, PLIEGO (Murcia)

Recogiendo fruta

Fotos Antiguas – Bienvenidos al Ayuntamiento de Pliego

Fotos Antiguas – Bienvenidos al Ayuntamiento de Pliego
Fotos Antiguas – Bienvenidos al Ayuntamiento de Pliego


Gesntes del pueblo

Carruaje antiguo
Pliego antiguo
Retablo

Foto , no postal de pliego , murcia foto años 6 - Vendido en Venta ...


El municipio de Pliego

Pliego es un municipio español de la Región de Murcia, situado en el centro geográfico de la misma, en la Comarca del Río Mula.
Historia
La Edad del Bronce y el mundo medieval islámico y mudéjar, son los períodos que tienen una mayor representación en el actual término municipal de Pliego con importantes yacimientos arqueológicos de aquellas épocas.
El asentamiento de la Almoloya es un señalado centro urbano del Bronce en su fase argárica, que se mantuvo activo gran parte del segundo milenio antes de Cristo; está situado en las estribaciones nororientales de Sierra Espuña.
En la Edad Media destacó un foco de poblamiento islámico que se concentraba en las inmediaciones del barranco de La Mota. Los puntos habitados corresponden al poblado fortificado de La Mota (siglo XII-XIII), Castillo de Pliego (siglos XII-XVI) y núcleo urbano de Pliego (desde el siglo XIII hasta 
 nuestros días). 

 Geografía
  • Latitud: 37º 58' 59" N.
  • Longitud: 001º 30' 00" O.

  • Localidades limítrofes
Todo el municipio está rodeado por el de Mula.
Si accede desde el Centro y Sureste de España por la N-340, la Autovía de Murcia a Andalucía, dirección Almería-Granada, mediante la salida 651 (Alcantarilla-Mula) tomando la C-415 o Autovía 

Federico Balart.

   Federico Balart. Pliego (Murcia), 1831-Madrid, 1905. 
 Federico-Balart.jpg
 
  Educación en Pliego
    Federico Balart nació un 22 de octubre de 1831, en Pliego (Murcia). La infancia del poeta murciano se desarrolló con normalidad en su pueblo natal. Cursó los estudios medios y aprovechó la biblioteca familiar para cimentar su vasta cultura.
    A la edad de diecinueve años marchó a Madrid, donde compaginó trabajo, estudio y su vocación: la escritura.
    En Madrid comenzó su carrera como crítico literario
    En la capital española se puede decir que comenzó su carrera de escritor. Mientras cursa los estudios de Derecho hizo sus pinitos en la literatura. Publicó sus primeras críticas literarias hacia 1861 en la prensa local. Primero fue el periódico Verdad donde, firmando con el pseudónimo de 'Nadie', realizaba certeras e ingeniosas críticas a las publicaciones y espectáculos de la época. Pronto pasó a escribir en un periódico más serio e importante, La Democracia. En este diario adoptó el sobrenombre de 'Cualquiera'.
    Su vida política, una subida fulgurante
    Era costumbre en la época ocultar la propia identidad bajo un seudónimo. Tanto es así, que en algunos autores prevaleció el sobrenombre antes que el verdadero nombre, como por ejemplo pasó con Azorín.
    En su caso el hecho de ocultar la identidad, podría estar justificado por la carrera que paralelamente desarrollaba en política. Destacaba por su brillantez, su honradez y rectitud. Llegó a alcanzar los puestos de diputado y senador. En 1870 fue nombrado subsecretario del Ministerio de la Gobernación y posteriormente Consejero de Estado. Esta meteórica carrera para un hombre llegado desde un pueblecito de provincias es realmente meritoria. Al retirarse de la política ocupa el cargo de contable en el Banco de España.
    La tragedia lo arrastró definitivamente a su gran pasión: la literatura
    No obstante, su vocación y sus inclinaciones eran otras. El triunfo en la esfera política no le llenaba suficientemente, si conllevaba renunciar a su gran pasión literaria.
    Abandonó la política y se encerró en sí mismo. Desapareció de la vida pública y poco se supo de él durante doce años. Federico Balart, permaneció en silencio, barruntando las que serían sus obras literarias posteriores.
    Hasta 1894 su labor literaria se limitó a trabajos publicados en la prensa. Su fama literaria le viene sobre todo de su libro 'Dolores', publicado cuando tenía 63 años. La tragedia había entrado en su vida con la muerte de su esposa Dolores. En parte esa fue la causa de su retiro y la inspiración de sus poemas. Regresó como refugio a la escritura, reflexiva y, profundamente, fueron llegando las obras.
    Su otra gran pasión aparte de la poesía fue la prensa. Poco a poco retomó su labor como articulista. Publicó nuevos espacios de crítica literaria, trabajos breves como El prosaísmo en el Arte y Novedades de antaño.
    Homenajes y reconocimientos
    Como reconocimiento a su dedicación al mundo de las letras, en 1891, La Academia de la Lengua le convocó a sentarse en uno de sus escaños. Lamentablemente no llegó a ocupar su puesto en tan insigne institución.
    Dentro del mundo de la cultura, el cargo de mayor trascendencia que ocupó fue el de censor y director artístico del Teatro Español. Ostentando este cargo, tuvo a bien recomendar a Antonio Machado en la compañía de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza.
    Su precario estado de salud y el infortunio que hubo de padecer en sus últimos momentos, le precipitaron a la muerte. Murió en 1905, muchos de sus contemporáneos, los amigos insignes, lamentaron su muerte y la pérdida que supuso para la poesía española.
    El pueblo que le vio nacer, Pliego, le homenajeó con una calle y un busto en la glorieta. También la población cercana de Mula tiene una calle con su nombre. Y en el barrio de San Antolín en Murcia otra vía honra la memoria de este insigne hombre de la cultura regional.

Obra
    Doble faceta literaria
    La obra de Federico Balart comprende dos facetas claramente diferenciadas: poesía y crítica literaria. Como crítico publicó profusamente en prensa bajo seudónimos a lo largo de toda su vida. Su estilo se caracterizó por su frase certera, su agudeza irónica y el buen gusto.
    La poesía dolida
    La poesía en cambio es de honda filosofía. Su obra se contiene en dos pequeños volúmenes: Dolores y Horizontes. Los temas universales de la muerte, el dolor, el amor truncado, la fe y el sentido de la vida, se dejan rimar en su poesía con dulce cadencia. Incluso cuando el tema tratado es tan amargo como la muerte de un ser querido, sabe buscar el lado amable y resignado, del que aún guarda esperanzas de un reencuentro.
    Dos libros llenos de bella tristeza
    El mayor mérito si cabe en la obra de este poeta fue traducir con palabras sencillas el hondo y enmarañado lenguaje del dolor humano. Dolores, su primer libro de poesía vio la luz en 1894. Consiste en un arrebato de emociones hechas poesía, a la memoria de su esposa. El fallecimiento de su esposa fue un hito, que supuso un verdadero descenso a los infiernos del poeta.

    El hilo conductor del poemario es el canto fúnebre, por tanto cualquier tema que trate, se torna solemne y con cierto aire taciturno. Los poemas llevan títulos como Preludio, Relicario, Insomnios, Recuerdo, Aspiración o Restitución.

    Su libro Horizontes, publicado al poco, supone una luz de esperanza en el túnel. Más filosófico si cabe que el anterior, pero menos sentido por otro lado. Se podría situar a Balart dentro de una corriente de poetas filosóficos que en el siglo XIX apostaron por una renovación de las formas y los temas de la poesía tradicional. Nos referimos a poetas como Leopardi, Hugo, Byron, Shelley, Núñez de Arce, Bartrina, Manuel Reina y un largo etc.
El pueblo de Pliego, le homenajeó con una calle y un busto en el Jardín de la Glorieta. También , la población de Mula tiene una calle con su nombre. Y en el barrio de San Antolín en Murcia otra vía honra la memoria de este insigne hombre de la cultura regional

La fortaleza de Pliego

Torreón Torreón
Torreón Almenado  
 Torreón Almenado

    La fortaleza de Pliego se encuentra, dominando en su inmediata cercanía el casco urbano de la localidad, sobre el llamado cerro del Castillo. Su emplazamiento, en un alto risco donde abundan los cortados y las pendientes verticales, fue cuidadosamente elegido, buscando unas defensas naturales que ayudasen a su inexpugnabilidad. Desde esta construcción se domina perfectamente toda la cuenca del río Pliego, la población actual y el antiguo despoblado de La Mota (castillo de las Paleras).
    El acceso a la fortaleza de Pliego, enclavada a unos seis kilómetros de Mula, se efectúa desde el casco urbano de la villa, a través de la calle los Caños y Camino Nuevo. Poco más arriba será necesario abandonar el automóvil y comenzar la subida andando, a través de un paseo recientemente acondicionado que nos conducirá a esta espectacular fortificación.
          Controlador del territorio
    La fortaleza de Pliego se sitúa en un estratégico lugar desde el que se domina la población actual, el antiguo poblado fortificado de La Mota, llamado también castillo de las Paleras, y el cauce hídrico del río Pliego. Se trata de un impresionante elemento de control del territorio. Pero sus orígenes no parecen estar muy claros. Algunos autores remontan su construcción al siglo XII, y afirman que su construcción en época islámica responde a la intención de dar refugio a los pobladores de La Mota. No obstante, cabe la posibilidad de una edificación posterior, ya en época cristiana y bajo el dominio señorial de la Orden de Santiago.
    Su estado de conservación, relativamente bueno y restaurado en algunas zonas hace unos años, permite contemplar una obra defensiva totalmente construida con un excelente tapial de argamasa, con unos elementos en los que aún es posible distinguir alzados completos con sus pasos de ronda y almenas. El castillo de Pliego está declarado Bien de Interés Cultural por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español.

Arquitectura

Torre desde el Interior
Torre desde el Interior
Restos de Muros [Castillo de Pliego]
Restos de Muros
   
   




Dos partes distinguidas
    Según los arqueólogos Sánchez Pravia y García Blánquez, quienes, hasta el momento, han realizado el estudio arqueológico más completo, la fortificación presenta dos sectores claramente diferenciados: la fortaleza y la barrera.

    La fortaleza es el elemento principal, y está inscrita en una planta ligeramente triangular, con sus muros jalonados por siete torres medianas y un torreón de grandes proporciones que flanqueó la puerta de acceso a la fortaleza. El otro sector, llamado en los documentos antiguos de los visitadores de la Orden de Santiago la barrera, se extiende hacia el levante, mediodía y poniente de la fortaleza, como una antemuralla, semicerrada y probablemente con un interior inhabitado.

    La fortaleza -siguiendo a los investigadores citados-, fue levantada en una sola fase constructiva, utilizando masivamente tapiales de argamasa en todas las estructuras, y se le dotó de una antemuralla en ciertas zonas. El acceso al interior estuvo situado en el costado del mediodía, y como tal zona débil de la fortificación fue flanqueado por dos grandes torres que defendían perfectamente la puerta. En su interior, que estuvo dotado una vez de diferentes dependencias, se sitúa un aljibe cimbrado y guarnecido por un lienzo de muralla que arranca desde el castillo. Destaca en esta zona la torre principal de la fortificación, que fue restaurada hace unos años, y que es una impresionante construcción de tapial que aún conserva su altura original y sus almenas.

    El muro perimetral, o barrera, también está levantado con tapiales de magnífica calidad, conservando aún en algunas zonas el camino de ronda, pretil y almenas. Probablemente, en su día sirvió para refugio de la población y sus ganados frente a un ataque enemigo.
Historia
Muros y Torre
Muros y Torre
Muralla
Muralla
    De guardián del territorio...

    El enclave del castillo de Pliego fue elegido por sus constructores no por casualidad. Desde lo alto del cerro, que por su arriscada configuración se presta ya a su fácil defensa, se controla perfectamente el camino que comunica el valle del río Mula con la llanura del Guadalentín. De esta manera, cumplió perfectamente una labor estratégica de control del territorio circundante, de pastos, regadíos, caminos, gentes y ganados. Los arqueólogos Sánchez Pravia y García Blánquez, en su Guía de Pliego medieval (Murcia, 1995), fechan la obra en el siglo XII. El castillo respondería así a una labor de refortificación generalizada que se estaba dando en todo el reino musulmán de Murcia en aquella época, tanto en el periodo mardanisí como durante la dominación almohade. Sin embargo, la existencia del cercano castillo de las Paleras, apenas a 500 m de éste, y claramente abandonado, destruido y arruinado desde época bajomedieval, podría incidir en la hipótesis de que la fortaleza de Pliego hubiera sido construida en una fecha algo posterior, quién sabe si en época cristiana. Lo que sí parece estar claro es que el castillo de Pliego asumió las labores de elemento fortificado en el sector que había tenido el castillo de La Mota.

    ...a elemento de frontera

    Con la incorporación del reino de Murcia a la corona de Castilla, a mediados del siglo XIII, la fortaleza de Pliego (cualquiera que estuviese activa), iba a ser ocupada por las tropas castellanas, como consecuencia del tratado que firmó el rey de Castilla con el de Murcia en Alcaraz (1243). Al parecer, el lugar de Pliego, habitado aún por población de origen musulmán, fue comprado por la Orden de Santiago hacia los primeros años del siglo XIV, pasando a formar parte de los extensos señoríos que la orden poseyó en el reino de Murcia; en concreto, entró a formar parte de la encomienda que los monjes centralizaban en Aledo. El castillo de Pliego se convirtió en parte integrante de la poderosa y extensa red de fortificaciones que los caballeros de Uclés mantenían en el territorio que lindaba con las tierras del rey de Granada. Surgió entonces como un castillo frontera, que mantendría su carácter hasta la lenta disolución de ésta. El fin de la vida fronteriza, con el constante estado bélico y la frecuente sensación de peligrosidad, se prolongaría, aunque decayendo de forma progresiva, hasta el siglo XVII.
Fuente:http://www.regmurcia.com
Restos de Muros

 Restos de Muros
Muralla
Muralla
Muralla y Almenas

Muralla y Almenas

Torreón Almenado
Torreón Almenado


Torreón
 Torreón
Muros y Torre
Muros y Torre

Sima de la Higuera - Pliego - Murcia

Espeleo50 regresa a esta maravillosa cavidad, ahora afortunadamente protegida gracias al Proyecto de conservación y regulación de las visitas desarrollado por la Federación de Espeleología de la Región de Murcia, el Ayuntamiento de Pliego y la Dirección General de Patrimonio y Biodiversidad de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.