C.E.I.P. PASCUAL MARTÍNEZ ABELLÁN

C.E.I.P. PASCUAL MARTÍNEZ ABELLÁN
Uno de los principales objetivos de la educación debe ser ampliar las ventanas por las cuales vemos al mundo. "Dime y Olvidaré.Muéstrame y me acordaré.Implícame y comprenderé" Confucio (551-479 a.c.)

lunes, 18 de mayo de 2020

Nuestro aparato locomotor.









Cuando ves tu cuerpo o el de otra persona, ¿qué partes crees que son las más duras? ¿Esas partes están en una sola área o están a lo largo de todo el cuerpo? ¿Has visto algún esqueleto en un museo?
Nuestro cuerpo está formado por tres partes principales que son: la cabeza, el tronco, la espalda y las caderas, y las extremidades que son los brazos, manos, piernas y pies. Cada una de estas partes está formada por estructuras que son el soporte de los músculos y éstos, a su vez, son los órganos que permiten el movimiento.
Estas estructuras son los huesos que, en conjunto, se le da el nombre de esqueleto. Cumple la función de ser el sostén que mantiene el cuerpo erguido y a los órganos protegidos.
Los huesos son lisos y duros por la parte exterior, ya que están formados por calcio y fósforo y son de color blanco amarillento. Sin embargo, su parte interna es esponjosa y más liviana, gracias a una sustancia que se llama colágeno. Durante el periodo de gestación, cuando el bebé está en el vientre de su madre, todos sus órganos se empiezan a desarrollar poco a poco. Cuando nace, los huesos del bebé son blandos y flexibles, ya que muchos de ellos están compuestos por un material llamado cartílago, que permite que pase más fácilmente por el canal del parto. A medida que el ser humano crece, estos cartílagos van desarrollándose gradualmente hasta que se convierten en huesos que se van haciendo más fuertes, hasta que la persona alcanza su estatura definitiva.
El esqueleto de una persona adulta está conformado por más de 200 huesos que tienen formas diferentes dependiendo de la función que realicen. Algunos huesos permiten el movimiento del cuerpo gracias, claro, a la intervención de los músculos y las articulaciones, mientras que otros protegen a diferentes órganos; algunos son cortos, otros planos y otros largos como los huesos de las piernas y los brazos.

Tipos de huesos

Nuestro cuerpo tiene diferentes tipos de huesos, que los podemos clasificar según su longitud y forma en las siguientes categorías:


  • Huesos cortos, los cuales tienen diferentes formas irregulares, generalmente cilíndrica o cúbica, y su tamaño es pequeño, como los huesos del tronco, los pies y las manos.
  • Huesos largos, que conforman las extremidades superiores e inferiores y están formados por una parte cilíndrica que se llama diáfisis y dos extremos que se denominan epífisis.
  • Huesos planos, que tienen distintas formas y tamaños y son, en su mayoría, anchos como los huesos de la cabeza.

El esqueleto está formado por más de 200 huesos y, para estudiarlos, es mucho más fácil dividir el cuerpo humano en tres partes: cabeza, tronco y extremidades. Cada una de estas partes tiene huesos de formas y tamaños diferentes.
Huesos que forman parte de la cabeza:
El sistema óseo de la cabeza está formado por los huesos del cráneo y de la cara. En el cráneo se encuentran ocho huesos que están unidos unos a otros y forman la cavidad craneal, que protege al cerebro. Los huesos de la cara comprenden los huesos nasales, las órbitas o agujeros donde se encuentran los ojos, los pómulos que están sobre las mejillas, y los maxilares que nos permiten abrir y cerrar nuestra boca al gesticular y en el proceso de masticación.
Huesos que forman parte del tronco:
En cuanto al tronco, está conformado por la columna vertebral, las costillas, el esternón, la clavícula y la pelvis.
La columna vertebral es un grupo de 26 huesos flexibles que recorre la parte central de la espalda y es el núcleo central del esqueleto (garantizando el centro de gravedad del cuerpo humano) y el soporte o base del cráneo. Está formada por huesos pequeños llamados vértebras, que nos permiten doblarnos, girar o mantenernos erguidos. Estas vértebras forman un canal donde se ubica la médula ósea o espinal, que es una ramificación de nervios que lleva información desde el cerebro hacia las partes del cuerpo y viceversa.
los huesos de los hombros, brazos, antebrazos y manos, y permiten manipular y controlar materiales y actividades que se desarrollan alrededor.
Las extremidades inferiores o piernas permiten sostener el peso corporal y están compuestas por 62 huesos, entre los que se encuentra el fémur, que es el hueso más largo del cuerpo humano.
Los brazos se unen al tronco gracias a dos huesos que forman el hombro y son llamados clavícula y omóplato, mientras que las piernas se unen al tronco a través de la pelvis que son tres huesos que, unidos, conforman la cadera.
Las articulaciones
Los huesos se unen entre sí a través de las articulaciones, las cuales pueden ser fijas como las del cráneo, semimóviles, como las de la columna vertebral, o móviles como los codos, las rodillas o los huesos de las manos.
El esqueleto






 Los músculos

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